En este viaje nos vamos a la bella Italia. Hemos hecho un recorrido por tres de sus ciudades más bonitas: Venecia, Florencia y Milán.
Pasa a leer más sobre todos los detalles de nuestra visita, te enseñaremos qué ver, donde dormir (o mejor dicho donde no dormir), donde comprar, lugares baratos para comer, etc.
Allá vamos!
VUELOS:
Volamos con Ryanair, viajamos hasta Venecia (Treviso) por 25 e/persona la ida y 24 e/persona la vuelta desde Milán (Bérgamo). Compramos los vuelos con una antelación de 3 meses. La duración de los vuelos fueron 2 horas 40 minutos para ir y 2 horas y 20 para la vuelta.
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COMO IR DEL AEROPUERTO DE TREVISO A VENECIA:
Fuimos en autobús desde el aeropuerto a Venecia y lo compramos antes de ir pero lo puedes comprar allí mismo en un stand de la empresa de buses que hay a la salida del aeropuerto. El viaje cuesta 11 euros por persona el viaje y tarda algo menos de una hora en llegar a a estación de autobuses Santa Lucía.
DÍA 1: LLEGADA A VENECIA
Llegamos sobre las 21:00 y cenamos algo. Cogimos el hotel cerca de la estación de autobuses Santa Lucía para que el tercer día no tuviésemos que dar una caminata de madrugón. Nos alojamos en el Hotel Guerrini que nos salió por 100 euros las dos noches más el impuesto turístico que hay que pagar allí de 3'50 por persona y noche. El hotel es totalmente recomendable, la habitación estaba limpia, cama cómoda y sin ruidos de fuera. El baño es compartido con otras habitaciones de la planta.
**La gente suele alojarse en Mestre porque es más barato, pero hay buenas opciones lowcost dentro de Venecia.**
**La gente suele alojarse en Mestre porque es más barato, pero hay buenas opciones lowcost dentro de Venecia.**
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DÍA 2: VENECIA
Es fácil perderse por las calles de Venecia que son como laberintos, pero este es el verdadero encanto porque es bonito cada rincón escondido. Lo bueno es que los lugares de interés vienen indicados por sus calles.
La primera parada es el Puente de Rialto, el puente más antiguo y turístico de la ciudad, siempre lleno de gente. Desde aquí es la postal típica de un atardecer del Gran Canal. Cerca del puente, pegado al Gran Canal, está el Mercado de Rialto, abierto por las mañanas.
La primera parada es el Puente de Rialto, el puente más antiguo y turístico de la ciudad, siempre lleno de gente. Desde aquí es la postal típica de un atardecer del Gran Canal. Cerca del puente, pegado al Gran Canal, está el Mercado de Rialto, abierto por las mañanas.
La siguiente parada es la Plaza de San Marcos, una de las plazas más bonitas del mundo y el lugar más concurrido de la ciudad. En ella se encuentran:
La Basílica de San Marcos, construida para albergar el cuerpo de San Marcos. Su estética tiene una huella claramente oriental, es una mezcla de estilos: románico-bizantino y gótico. Se puede entrar gratuitamente pero hay zonas que son de pago (el museo, el Tesoro o la Pala de Oro).
El Palacio Ducal, que fue la fortaleza del dogo (líder)durante casi 1.000 años y también fue prisión. Su estética es también impresionante por la mezcla bizantina, gótica y renacentista. A un lado del Palacio se encuentra el famoso Puente de los Suspiros, por el que pasaban los prisioneros en barcas para ser juzgados, dando el último suspiro de libertad.
La Basílica de Santa María della Salute, en el barrio de Dorsoduro, con su gran cúpula, fue construida tras el fin de la peste. Su entrada es gratuita.
Para pasear por sus canales, hay varias opciones:
El vaporetto, que es el "autobús" público, el nº1 recorre el Gran Canal y tarda 45 minutos. Su precio es de 7 euros el viaje.
La góndola, cuyo precio ronda los 80/90 euros los 30 minutos, negocia antes el precio con el godolero y si compartes con otros, sale más barato.
El traghetto es la opción lowcost, son góndolas que cruzan el Gran Canal por zonas donde no hay puente. Por 50 céntimos puedes cruzarlo en unos minutos.
Otras opciones son visitar las islas de Burano, con sus famosas fachadas de colores, Murano o Torcello. Otra opción menos turística es visitar el barrio de Cannaregio, el Ghetto de la ciudad.
Recomendamos ver atardecer desde el Puente de Rialto, desde el Palacio Ducal o paseando por el vaporetto. Tomarte un spritz, la bebída típica de allí que se toma en el aperitivi (tarde-noche) y después ver la Venecia nocturna, pasear por sus canales y pararte a mirar la Plaza de San Marcos iluminada, impresionante.
Es imposible despedirse de esta ciudad, si vas, sabes que volverás.
La Basílica de San Marcos, construida para albergar el cuerpo de San Marcos. Su estética tiene una huella claramente oriental, es una mezcla de estilos: románico-bizantino y gótico. Se puede entrar gratuitamente pero hay zonas que son de pago (el museo, el Tesoro o la Pala de Oro).
El Palacio Ducal, que fue la fortaleza del dogo (líder)durante casi 1.000 años y también fue prisión. Su estética es también impresionante por la mezcla bizantina, gótica y renacentista. A un lado del Palacio se encuentra el famoso Puente de los Suspiros, por el que pasaban los prisioneros en barcas para ser juzgados, dando el último suspiro de libertad.
El Campanario, es la torre más alta de Venecia. Subir cuenta 8 euros y puedes ver una panorámica de la ciudad.
El Museo Correr, uno de los más importantes de la ciudad, sus obras describen su historia desde su fundación hasta su adhesión a Italia (XIX).La Basílica de Santa María della Salute, en el barrio de Dorsoduro, con su gran cúpula, fue construida tras el fin de la peste. Su entrada es gratuita.
Para pasear por sus canales, hay varias opciones:
El vaporetto, que es el "autobús" público, el nº1 recorre el Gran Canal y tarda 45 minutos. Su precio es de 7 euros el viaje.
La góndola, cuyo precio ronda los 80/90 euros los 30 minutos, negocia antes el precio con el godolero y si compartes con otros, sale más barato.
El traghetto es la opción lowcost, son góndolas que cruzan el Gran Canal por zonas donde no hay puente. Por 50 céntimos puedes cruzarlo en unos minutos.
Otras opciones son visitar las islas de Burano, con sus famosas fachadas de colores, Murano o Torcello. Otra opción menos turística es visitar el barrio de Cannaregio, el Ghetto de la ciudad.
Recomendamos ver atardecer desde el Puente de Rialto, desde el Palacio Ducal o paseando por el vaporetto. Tomarte un spritz, la bebída típica de allí que se toma en el aperitivi (tarde-noche) y después ver la Venecia nocturna, pasear por sus canales y pararte a mirar la Plaza de San Marcos iluminada, impresionante.
Es imposible despedirse de esta ciudad, si vas, sabes que volverás.
DÍA 3: FLORENCIA
Nos despertamos muy temprano fuimos a Santa Lucía y cogimos el tren, fuimos con Italo, nos costó 10 euros por persona y tardamos 2 horas aprox. en llegar a Florencia. **Reservar los trenes con varios meses de antelación es más económico**
Una vez allí, nos fuimos a buscar el hotel, también cerca de la estación de trenes Santa María Novella.
El hotel fue Locanda Latina, nos costó 27 euros la noche más el impuesto y ¡NO LO RECOMENDAMOS PARA NADA!... y mira que no somos personas delicadas, buscamos hoteles que tengan una calidad/precio razonable, que tengan unos mínimos de higiene y puedas dormir por lo menos...
Nuestra experiencia: fue desastrosa, llegamos y la puerta de entrada era como un tablón de madera con cerrojo. La puerta de nuestra habitación por abajo no terminaba de cerrarse y si de fuera te asomabas podían vernos. Las sábanas estaban sin cambiar, aunque después de insistir nos las cambiaron. Los baños no estaban muy limpios... Aunque lo peor fue a la hora de dormir, que al tener puertas y muros de papel se oía todo lo que ocurría en la calle y dentro del hotel. No pudimos descansar apenas. Lo mejor del hotel fue su ubicación, muy céntrico. A pesar de ello disfrutamos la ciudad muchísimo.
Florencia al ser la cuna del renacimiento italiano es una ciudad museo. Hay arte por cada uno de sus rincones.
Al norte, cerca de la estación a la que da nombre se encuentra la Iglesia de Santa María Novella, obra impresionante del Renacimiento, su fachada es blanca y verde. Merece la pena ver su interior, muy cuidado y colorido.
La primera parada es la Plaza San Giovanni, con su impresionante Catedral de Santa María del Fiore o Duomo, la catedral renacentista más bonita del mundo. Lo que más impresiona es su dimensión y sus colores, construida toda con mármol blanco, rosa y verde. Su cúpula, obra de Brunelleschi, que se inspiró en el Panteón de Agripa (Roma), supuso un desafío para la ingeniería, al construirse sin un soporte de madera. El campanario de Giotto, y el baptisterio (donde esta la pila bautismal) se encuentran separados de la nave central. El primero para evitar que las vibraciones de las campanas dañaran la catedral y el segundo porque era tradición toscana el no entrar en la catedral hasta ser bautizado.
Más al sur se encuentra la Iglesia Santa Croce, la segunda más bonita después del duomo de Florencia, En su interior se encuentran las tumbas de Miguel Ángel, Galileo o Maquiavelo, entre otros. Merece la pena pasear por la plaza, suelen haber artistas callejeros y no es tan agobiante como ver al anterior.
La siguiente parada es la Plaza della Signoria, la plaza más importante de la ciudad, entre el duomo y el río Arno. En ella se encientran:
El Palacio Vecchio lugar de trabajo y residencia de los trabajadores de la república, hasta que la corte se trasladó al Palacio Pitti, cuenta con una cúpula de 94 metros y a su lado se encuentra la copia del David de Miguel Ángel.
La Logia dei Lanzi un pequeño museo al aire libre con esculturas como el Rapto de las Sabinas o Perseo con la cabeza de Medusa.
La Fuente de Neptuno o la Estatua Ecuestre de Cosme I de Médici.
Otro de los símbolos de la ciudad es el Ponte Veccio que cruza el río Arno. Es el puente de piedra más antiguo de Europa y desde siempre sus casas colgantes han tenido gran actividad comercial, se cree que el puente estaba exento de impuestos y que el término "bancarrota" proviene de cuando los comerciantes no podían pagar sus deudas y los soldados les rompían sus puestos para que no pudieran vender. Estaban ocupadas por carniceros hasta que Fernando I ordenó cerrarlas por su mal olor y fueron ocupadas por joyeros.
Después de cruzar el río llegamos al Palacio Pitti, antigua propiedad de la familia Médici, mecenas ilustrados que favorecieron el desarrollo del arte de su época. En este palacio se encuentran los Jardines de Boboli.
Si queréis museos, esta es vuestra ciudad, no os podéis perder la Galería Uffizi, una de las galerías más importantes del mundo y la Galería de la Academia, donde se encuentra el David de Miguel Ángel.
Para terminar el día no os podéis perder ver el atardecer mientras tomáis algo desde la Plaza de Miguel Ángel en ella encontrareis una de las panorámicas más típicas de Florencia.
Nos despedimos de esta ciudad que es el sueño de todo amante del arte.
Una vez allí, nos fuimos a buscar el hotel, también cerca de la estación de trenes Santa María Novella.
El hotel fue Locanda Latina, nos costó 27 euros la noche más el impuesto y ¡NO LO RECOMENDAMOS PARA NADA!... y mira que no somos personas delicadas, buscamos hoteles que tengan una calidad/precio razonable, que tengan unos mínimos de higiene y puedas dormir por lo menos...
Nuestra experiencia: fue desastrosa, llegamos y la puerta de entrada era como un tablón de madera con cerrojo. La puerta de nuestra habitación por abajo no terminaba de cerrarse y si de fuera te asomabas podían vernos. Las sábanas estaban sin cambiar, aunque después de insistir nos las cambiaron. Los baños no estaban muy limpios... Aunque lo peor fue a la hora de dormir, que al tener puertas y muros de papel se oía todo lo que ocurría en la calle y dentro del hotel. No pudimos descansar apenas. Lo mejor del hotel fue su ubicación, muy céntrico. A pesar de ello disfrutamos la ciudad muchísimo.
Florencia al ser la cuna del renacimiento italiano es una ciudad museo. Hay arte por cada uno de sus rincones.
Al norte, cerca de la estación a la que da nombre se encuentra la Iglesia de Santa María Novella, obra impresionante del Renacimiento, su fachada es blanca y verde. Merece la pena ver su interior, muy cuidado y colorido.
La primera parada es la Plaza San Giovanni, con su impresionante Catedral de Santa María del Fiore o Duomo, la catedral renacentista más bonita del mundo. Lo que más impresiona es su dimensión y sus colores, construida toda con mármol blanco, rosa y verde. Su cúpula, obra de Brunelleschi, que se inspiró en el Panteón de Agripa (Roma), supuso un desafío para la ingeniería, al construirse sin un soporte de madera. El campanario de Giotto, y el baptisterio (donde esta la pila bautismal) se encuentran separados de la nave central. El primero para evitar que las vibraciones de las campanas dañaran la catedral y el segundo porque era tradición toscana el no entrar en la catedral hasta ser bautizado.
Más al sur se encuentra la Iglesia Santa Croce, la segunda más bonita después del duomo de Florencia, En su interior se encuentran las tumbas de Miguel Ángel, Galileo o Maquiavelo, entre otros. Merece la pena pasear por la plaza, suelen haber artistas callejeros y no es tan agobiante como ver al anterior.
La siguiente parada es la Plaza della Signoria, la plaza más importante de la ciudad, entre el duomo y el río Arno. En ella se encientran:
El Palacio Vecchio lugar de trabajo y residencia de los trabajadores de la república, hasta que la corte se trasladó al Palacio Pitti, cuenta con una cúpula de 94 metros y a su lado se encuentra la copia del David de Miguel Ángel.
La Logia dei Lanzi un pequeño museo al aire libre con esculturas como el Rapto de las Sabinas o Perseo con la cabeza de Medusa.
La Fuente de Neptuno o la Estatua Ecuestre de Cosme I de Médici.
Otro de los símbolos de la ciudad es el Ponte Veccio que cruza el río Arno. Es el puente de piedra más antiguo de Europa y desde siempre sus casas colgantes han tenido gran actividad comercial, se cree que el puente estaba exento de impuestos y que el término "bancarrota" proviene de cuando los comerciantes no podían pagar sus deudas y los soldados les rompían sus puestos para que no pudieran vender. Estaban ocupadas por carniceros hasta que Fernando I ordenó cerrarlas por su mal olor y fueron ocupadas por joyeros.
Después de cruzar el río llegamos al Palacio Pitti, antigua propiedad de la familia Médici, mecenas ilustrados que favorecieron el desarrollo del arte de su época. En este palacio se encuentran los Jardines de Boboli.
Si queréis museos, esta es vuestra ciudad, no os podéis perder la Galería Uffizi, una de las galerías más importantes del mundo y la Galería de la Academia, donde se encuentra el David de Miguel Ángel.
Para terminar el día no os podéis perder ver el atardecer mientras tomáis algo desde la Plaza de Miguel Ángel en ella encontrareis una de las panorámicas más típicas de Florencia.
Nos despedimos de esta ciudad que es el sueño de todo amante del arte.
DÍA 4: MILÁN
Madrugamos muchísimo y fuimos a la estación a coger el tren para Milán, esta vez con Treitalia, nos costó 20 euros por persona y tardamos cerca de 4 horas en llegar.
Llegamos a la Estación Central, una de las más grandes y bonitas. Nos alojamos en el hotel Central Station, que nos costó 50 euros la noche, estuvo todo correcto: a habitación limpia y el baño compartido también.
**Ojo con los alrededores de la estación de trenes, hay muchos carteristas.**
No está muy céntrico, tuvimos que caminar media hora hasta llegar hasta la Plaza del Duomo.
El Duomo de Milán es el símbolo de la ciudad, es sin duda, la catedral gótica más bonita del mundo. Fue obra de Visconti (entre otros) y el objetivo fue renovar la zona en una época de expansión. El mármol blanco rosado y las torres coronadas por estatuas le dan ese aspecto colosal. En su bóveda se encuentra un Clavo de la Cruz de Cristo y se puede subir a su terraza para observar la panorámica (pagando).
Cerca de la catedral se encuentran las Galerias Vittorio Emmanulle, otro símbolo de la ciudad, con las tiendas más prestigiosas recubiertas por unas cúpulas y techos de cristal. Más espectacular es aún con decorado navideño.
Otros lugares de interés pueden ser: el Teatro alla Scala uno de los teatros de ópera más famosos del mundo.
El Castillo Sforzesco, fortaleza y palacio ducal que hoy en el que hoy en día hay numerosos museos.
En el convento de Santa Maria delle Grazie, se encuentra La Última Cena de Leonardo da Vinci (hay que pagar).
Si quieres moda esta es tu ciudad, a pocos metros de Duomo se encuentra el "cuadrilatero d'oro": calles Via Montenapoleone, Via Alessandro Manzoni, Via della Spiga y Via Sant'Andrea.
Puedes terminar el día paseando por las calles del centro de esta gradísima ciudad mientras te tomas un "gelato".
DÍA 5: VUELTA A CASA
Muy temprano cogimos el bus para el aeropuerto de Bérgamo en un lateral de la Estación Central, nos costó 5 euros por persona. La compramos con antelación pero hay puestos para comprarlas allí. En un hora llegamos al aeropuerto, que tenía unas vistas preciosas al los Alpes.
DONDE COMPRAR Y COMER BARATO
Supermercados baratos: los Coop, Conad o Lidl suelen ser siempre muy baratos.
Para comer: puedes encontrar una pizza margarita para dos personas por 5 euros, también cucuruchos de pasta por ese precio. Siempre es más barato si en un restaurante pides la comida para llevar y te la comes en una plaza bonita, porque comer en las terrazas es más caro.
Aquí termina nuestra breve estancia por el país de la bota. Pero muy pronto volveremos para ver la capital: Roma.
Hasta pronto!
Para comer: puedes encontrar una pizza margarita para dos personas por 5 euros, también cucuruchos de pasta por ese precio. Siempre es más barato si en un restaurante pides la comida para llevar y te la comes en una plaza bonita, porque comer en las terrazas es más caro.
Aquí termina nuestra breve estancia por el país de la bota. Pero muy pronto volveremos para ver la capital: Roma.
Hasta pronto!
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